martes, 14 de diciembre de 2010


La alegría de la Navidad la trae Cristo y no las compras.
La hermana Guillerma Ramos, de la congregación de las Azules, alentó a los fieles a prepararse adecuadamente para celebrar "Navidad", porque la alegria de esta fiesta no son las compras ni los regalos, sino la llegada de cristo para la salvación de los hombres.

" Nuestra alegría no se cifra en las compras, los regalos, las vacaciones o las reuniones familiares propias de los dias de Navidad. La raíz profunda de nuestra alegria es el Emmanuel, el Dios con nosotros, todo lo demás es secundario, afirmó la hermana Ramos.

La navidad es un momento en donde todas las familias se reúnen para celebrar el nacimiento de Jesús en un ambiente de oración.

La novena, el pesebre, las luces y muchas otras son caractirísticas de esta fiestas que se celebra en todo el mundo con sus respectivas tradición que lastimosamente se va perdiendo de apoco por la invación del comercio, o el consumismo.

El mundo se ha olvidado de Dios, de ese Dios que envió a su único hijo para que el hombre sea salvado del pecado, nos olvidamos de aquel gran amor incondicional que el Padre nos tiene, por eso existen las enfermedades,las injusticias, violencia, las mentiras y muchos otros antivalores que arrastra al mundo.

Este año 2010, el unico hijo de Dios, el amor hecho hombre, que nació en un corral junto con los animales y las suciedades, " hoy quiere nacer en un ambiente saludable, quieres nacer en un corazón limpio, libre de pecado".

Y es nuestra responsablidad cristiana orar para que este "Jesús" traiga con su nacimiento la equidad, el sentido solidario de las políticas publicas, que nazca la paz en los territorios acosados por la violencia, y por sobre todo que nazca la confianza y la fé en el esfuerzo propio.

Todo esto obtendremos y alcanzaremos si no nos olvidamos de Dios y de su hijo Jesús.

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